Dra. Ruth García Romero. Pediatra especialista en Gastroenterología y Nutrición Infantil Sra. Mayse Romea Montañés. Logopeda especialista en Disfagia Infantil Hospital Infantil Miguel Servet. Zaragoza
El niño con discapacidad neurológica suele presentar dificultades en la alimentación y pueden incrementarse
conforme aumenta su edad y su grado de afectación motora. Tal es así que a mayor grado de afectación motora mayor es
la dificultad en la capacidad deglutoria y por lo tanto mayor riesgo de desnutrición, siendo el bajo peso un dato
presente en muchos de estos niños. Los trastornos deglutorios son muy frecuentes en pacientes con
discapacidad moderada-grave pudiendo afectar hasta el 90%. Esta disfagia no solo dificulta la ingestión sino que
ocasiona complicaciones respiratorias con neumonías de repetición y frecuentes hospitalizaciones.
La disfagia orofaríngea afecta de forma directa en el estado nutricional del niño, por lo que se suele recurrir a un
soporte nutricional específico, con uso de fórmulas de nutrición y en los casos más graves con el uso de
otras vías de alimentación como la sonda nasogástrica (SNG) y/o sondas de gastrostomía.
El abordaje en la alimentación en el niño con parálisis cerebral debe de ser interdisciplinar desde el primer
día y adaptado de forma progresiva dependiendo de cómo es su deglución o estado nutricional.
Consejos para alimentar a un niño con parálisis cerebral
Para poder disminuir las dificultades en la ingesta y que su deglución sea más segura y eficaz, es conveniente poder
realizar un abordaje en la alimentación el cual debe de constar de:
- Abordaje directo en la alimentación: Consejos mediante técnicas, utensilios adecuados en la ingesta conforme a
su patrón deglutorio, posturas y medidas que facilitan la deglución haciendo que ésta sea más segura y a su vez
más eficaz.
- Abordaje indirecto en la alimentación: el cual constará de una adaptación de dieta adecuada a su deglución,
soporte nutricional y otras vías de alimentación.
Los consejos en la alimentación dependen del tipo de afectación del niño y de su
edad:
Lactante (0-6 m)
Suele presentar dificultad para agarre de tetina,
dificultad en la succión, incoordinación succión/deglución
/respiración, tiempos de ingesta prolongados y fatiga. Para disminuir y ayudar al niño en la ingesta debemos de
:
- Medidas posturales:
Conseguir una postura donde
el cuidador esté cómodo y el niño esté posicionado en una inclinación de 45º. Evitar que esté muy inclinado
hacia atrás.
- Utensilios:
Elegir un tipo de tetina adecuada a
su succión. Existen varios tipos tetinas según material y/o forma. Las tetinas de base ancha facilitan el
agarre y la succión, pero debe de ser evaluado el niño previamente.
Nunca elegir una tetina superior a la edad recomendada. El flujo de leche que se extrae es superior a la que
el niño puede controlar y pueden aumentar los atragantamientos.
- Control en la ingesta:
Controlar la fatiga en la
ingesta y no estar más de 45 minutos en cada toma. En caso de que este tiempo se supere y las ingestas sean
insuficientes se debe de hacer un control riguroso por parte del gastroenterólogo.
Si aparecen atragantamientos durante la ingesta se debe de avisar al especialista para que pueda analizar la
causa y poder tomar medidas para compensarlo.
No presionar tetina para que caiga leche, ni rajar la tetina.
- Maniobras de deglución
Colocar el dedo índice debajo de la barbilla para dar estabilidad mandibular y que su succión sea más
efectiva.
Acompañar la succión en ritmos para poder
establecer un patrón deglutorio con ritmo estable.
Niño de más de 6 meses
El paso de la alimentación complementaria es un
paso muy importante, se incorporan nuevos nutrientes. Aquí el
niño va a conocer nuevos alimentos, nuevas texturas y también nuevos utensilios para su alimentación. Su patrón
motor puede seguir alterado y presentar dificultad en controlar el alimento en la boca. También puede presentar
mal agarre de la cuchara, restos de comida en la boca después de haber tragado, regurgitación nasal, residuos en
hipofaringe, atragantamientos con líquidos y con texturas más espesas.
- Medidas posturales:
El control postural se basa
en lograr alineación entre la cabeza y el tronco. Es imprescindible un adecuado posicionamiento sentado para
abordar el acto de la alimentación. Para mantener una posición adecuada en determinadas ocasiones se
requiere de un respaldo, un cinturón en la pelvis y reposapiés. Se puede disponer de dispositivos externos
que fomenten esta postura: sillas adaptadas o asientos específicos.
También se debe evitar la hiperextensión del
cuello.
- Utensilios:
Se aconseja el uso de cucharas de
tamaño adecuado a su deglución, no al tamaño de su boca. Preferiblemente de poca concavidad y materiales más
duros para aumentar la sensibilidad en la boca.
Se puede utilizar vasos adaptados para la ingesta de líquidos y disminuir/eliminar el uso de biberón.
Siempre se deberá de controlar la cantidad de liquido que se ingiere y para ello son de gran ayuda los vasos
adaptados con escotadura, donde el cuidador puede visualizar la cantidad de liquido que cae y evitar la
hiperextensión cervical.
- Control en la ingesta:
Se deberá de concretar la
textura adecuada a su deglución con el logopeda especialista.
No prolongar el uso del biberón hasta la edad aconsejada. El uso del biberón en edades más tardías provoca
patrones deglutorios primitivos y mal desarrollo oro-facial, además de problemas bucodentales.
Existe gran dificultad para la introducción de solidos por la afectación en la fase oral de la deglución.
Para ello el niño debe de ser previamente valorado por el logopeda y poder determinar la introducción de
sólidos y el tipo de sólidos que puede manejar.
Otros consejos:
- Evitar alimentos duros, secos o fibrosos
- Evitar dobles texturas (alimento + caldo) en niños con disfagia a líquidos.
- Evitar alimentos muy pegajosos tipo: pan de molde, bollería industrial.
- No mezclar trozos con el triturado. La textura debe de ser homogénea y uniforme.
- El ritmo en las comidas lo marca el niño. No des una cuchara tras otra, espera a que trague una para
introducir la siguiente.
- Maniobras de deglución
- Maniobra de control mandibular dependiendo de cómo se coloque el cuidador (se explica en consulta,
si precisa).
- Presión cuchara: realizar ligera presión con la cuchara en la lengua para promover más número de
degluciones.
- Doble deglución: introducir una cuchara vacía o un poco manchada de comida tras ingerir una cuchara
previa llena. Ésta técnica se recomienda en niños con presencia de residuos orales y/o faríngeos.
- Flexión anterior: lograr una flexión anterior de cabeza para el buen control de líquidos.
Para poder progresar y/o mantener una
deglución estable, segura y eficaz es recomendable el seguimiento e
intervención por parte de un logopeda especializado en deglución. El logopeda evaluará y planificará un
programa de intervención deglutoria individualizada y específica a la deglución de cada niño. Esta
terapia es recomendable para todos los niños con afectación neurológica, incluso para los que tengan un
trastorno deglutorio grave que no utilicen la vía oral y dispongan de dispositivos externos de
alimentación (tipo gastrostomía).
Nutrición enteral. Alimentación por sonda gastrostomía
- En caso de que el niño lleve gastrostomía para alimentación, pero que también utilice la vía oral se deberá de
controlar el tiempo total de ingesta tanto por boca junto con el tiempo utilizado para la alimentación por
gastrostomía. Este tiempo tiene que ser controlado para que no se junten las tomas.
- Si la alimentación por gastrostomía es superior a la oral se deberá de estimular la boca con ejercicios
proporcionados para su rehabilitación de forma más frecuente.
- La higiene oral es imprescindible aunque la vía oral no se use para la alimentación.
¿Qué nutrientes necesita mi hijo?
Los niños con parálisis cerebral necesitan una buena nutrición y alimentos saludables, al igual que otros niños de su
edad. Pero a veces, pueden necesitar ingerir más o menos calorías, según su nivel de actividad y su tono muscular.
Si el niño presenta crisis frecuentes o tiene mayor tono muscular, tendrá más gasto calórico y deberá recibir mayor
aporte de calorías.
Los niños con trastornos motores graves y/o que tienen dificultades para recibir los nutrientes de su dieta debido a
sus problemas para alimentarse, tienen más probabilidades de tener unos huesos débiles y frágiles (baja densidad
ósea). Esto hace que sus huesos tengan más probabilidades de fractura, por lo que deben recibir suficientes aportes
de calcio y vitamina D. Las fuentes de calcio se encuentran principalmente en los lácteos, y de vitamina D en
pescados azules y productos enriquecidos en dicha vitamina, también es conveniente la exposición controlada al sol
para que el cuerpo fabrique la vitamina.
Un niño que no traga bien no se nutre bien, no tiene una buena relación con la comida por lo tanto no se alimenta
bien, su alimentación no es un acto confortable, agradable y de necesidad y gusto, se convierte en un momento de
lucha y desesperación por parte del niño y de sus cuidadores. Por eso aconsejamos una buena intervención
interdisciplinar en la alimentación para que a través de una evaluación individualizada y especializada podamos dar
consejos en su alimentación y complementar su nutrición con fórmulas especiales que complementen y mejore su calidad
de vida.