Los niños con Parálisis Cerebral Infantil tienen un mayor riesgo de malnutrición.
Esto se debe, principalmente, a que suelen tener problemas para masticar, tragar y retener en el estómago adecuadamente los alimentos y/o los líquidos, es decir, padecen
disfagia. La gravedad de la parálisis o la disfagia influyen negativamente en su crecimiento y estado nutricional.
La malnutrición es más evidente cuando aparece un retraso en el crecimiento o desarrollo del niño. No obstante, vuestro equipo de profesionales sanitarios velarán por que esto no ocurra y os ofrecerán soluciones adecuadas a tiempo.
El bajo peso suele ser una fuente de preocupación tanto para las familias como para los profesionales que controlan la evolución de un niño con Parálisis Cerebral Infantil. Para saber si el niño tiene un buen estado nutricional, es necesario realizar una valoración de forma rutinaria.
Habitualmente esta valoración deberá incluir la estatura y el peso, pero también otras mediciones más específicas que debería realizar un nutricionista especializado de forma periódica.
En primer lugar habrá que tener en cuenta la talla o estatura en función de la severidad de la parálisis, que muy probablemente será inferior a la de la población general. Por lo tanto,
aunque el crecimiento sea algo más lento en muchos casos, el objetivo es que sea constante.
Muchos niños con parálisis cerebral no pueden ponerse en pie y sostenerse de forma erguida, y por ello medirlos no resulta una tarea fácil. Además, los tallímetros que los miden tienen una longitud máxima de 1 metro, y esto puede ser un problema a partir de cierta edad. La solución más habitual es medir la altura desde la rodilla, ya que existen fórmulas que calculan la altura aproximada a partir de este resultado.
Gráficas de crecimiento de referencia
Hay controversia entre los profesionales sanitarios sobre el uso de las gráficas de referencia. Cuando valoramos el estado nutricional de niños con parálisis cerebral, y vemos que casi nunca se acercan al peso y estatura de la población general, puede ser un motivo de frustración. Por ello, se han desarrollado
gráficas de referencia específicas para personas con parálisis cerebral.
Pero si tenemos en cuenta que los niños con parálisis cerebral cada vez reciben mejor soporte nutricional y están mejor nutridos, al utilizar las gráficas adaptadas podríamos estar conformándonos con objetivos “poco ambiciosos”. Por tanto, estaríamos considerando como un peso y talla “normales” unas medidas que en realidad no sabemos si son las óptimas.
Por todo ello, y dado que no hay estudios que demuestran beneficios por el hecho de utilizar gráficas específicas para niños con parálisis cerebral,
las sociedades científicas de referencia internacional recomiendan el uso de gráficas de población general.
El peso de un niño con Parálisis Cerebral vendrá condicionado por dos factores principales: su estatura y su masa muscular.
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La estatura.
Inevitablemente, si un niño tiene menor estatura, pesará menos. Por ello, el peso habrá que valorarlo siempre de acuerdo a la estatura.
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La masa muscular.
Ya que el músculo es el tejido que pesa más del cuerpo humano. Como los niños con parálisis cerebral tienen afectado el control de los músculos,
a mayor gravedad de la parálisis, menor control de la musculatura y menor masa muscular.
Cuando se prevea que el niño vaya a crecer y pesar menos por su propia condición, según la severidad de la parálisis, la manera de conocer su estado nutricional puede ser midiendo la masa grasa. Por ello, además del peso y la estatura, se valorará el estado nutricional mediante el perímetro del brazo y los pliegues de grasa subcutánea.