Viajar con niños con PCI

Aunque pueda parecer un poco arriesgado hacer un viaje con un hijo con parálisis cerebral, no será mucho más difícil de lo que sería para cualquier familia un viaje con niños. Tu hijo lo agradecerá.

Pequeños trucos para los viajes

Aquí os dejamos una lista con algunos detalles específicos para niños con parálisis cerebral infantil. Con tranquilidad escogeremos:

El destino

Escoger un lugar que le haga ilusión a toda la familia, para que todos puedan participar en el proceso. ¿Ciudad, campo?, ¿invierno, verano?. Lo que cambia es la ropa que vamos a llevar.

El transporte

  • No olvidar la documentación necesaria: libro de familia, pasaporte/DNI (comprobar que no está caducado) y la tarjeta sanitaria o de mutua.
  • Informarse bien si vamos al extranjero.
  • En avión, tren o crucero, lo importante es llegar con antelación para hacer los trámites con calma e incluso poder entrar antes, o por otra puerta de embarque.
  • En el momento de comprar los billetes, imprescindible especificar las atenciones necesarias para conseguir el sitio más adecuado y que estén atentos a vuestras necesidades.
  • En viajes largos es interesante viajar de noche cuando los niños duermen. Intentar que las salidas no sean muy pronto por la mañana y que no coincidan con las horas de las comidas.
  • En coche organizar bien el trayecto. Es aconsejable parar cada 2 horas para descansar, hacer cambios posturales, cambios de pañal, etc. Se recomienda investigar por adelantado dónde parar y llamar para preguntar si el destino está adaptado. Obtener información nunca está de más.
  • No hay que olvidar que deben viajar siempre en sillita o elevador regulado por ley según su edad y peso. Para evitar que la cabeza del niño se caiga hacia delante o hacia los lados provocando dolores o riesgo de latigazo cervical, recurrir a collarines flexibles, cintas o gorros con velcro. Existen también chalecos pensados para niños mayores de dos años con falta de control del tronco.

El alojamiento

  • ¿Mar, montaña, playa, piscina, hotel, albergue o casa? Lo más importante es saber dónde se está más cómodo y seguro.
  • Antes de escoger el destino final hay que informarse bien: ¿hay escaleras para entrar?, ¿bañera o plato de ducha?, ¿bañera infantil o silla de ducha? ,¿hay transporte o actividades adaptadas?, etc.
  • En los sitios de playa existen puntos de baño adaptados para entrar al agua con una silla anfibia con monitores especializados.

La maleta

Evitar llevar cosas que no se necesiten, apuntarlo todo y valorar si vale la pena llevarlo.

La mochila de viaje

Debe contener todo lo necesario para el traslado: ropa de recambio y abrigo, toallitas, pañales, toalla de mano y bolsas para ropa sucia o pañales usados. También juguetes y libros, pero nada que abulte o pese mucho.

La alimentación

  • Asegurar que en el lugar donde estemos podemos dar respuesta a las necesidades nutricionales del niño.
  • Si el niño toma comida triturada asegurar que pueden hacerla en el hotel donde nos alojemos o si estamos en un apartamento, asegurar que tenemos lo necesario para su preparación.
  • Si el niño toma espesante, suplementos o nutrición por sonda de alimentación, asegurar que nos llevamos la cantidad de producto necesaria para los días que estemos fuera. Esto es especialmente importante si vamos a otro país, ya que nunca tendremos la certeza de que podamos conseguir el producto que toma el niño.

La medicación

Es útil un pequeño botiquín para el viaje con la medicación para el dolor de cabeza, náuseas, toallitas húmedas, guantes, etc... Llevar la medicación habitual en el equipaje de mano, así como la receta médica actualizada para reponerla en caso de pérdida. Conviene llevar medicación para 3 días más de los previstos para posibles imprevistos como retrasos de vuelos, etc.

En la emergencia

  • Mantener siempre un pensamiento positivo, y aunque no vaya a pasar nada, lo mejor es tener controlados los centros médicos, farmacias y hospitales más cercanos.
  • Si nuestro hijo tiene tendencia a presentar problemas de salud, mejor llevar un informe médico del pediatra con las pautas habituales para poder pedir que nos hagan la receta de lo necesario. Los médicos agradecerán la información de su médico.