Sueño y descanso

Pequeños trucos para el sueño y descanso.

Una buena calidad del sueño es imprescindible para todas las personas. Mientras dormimos, nuestro cuerpo realiza muchas funciones físicas y psíquicas: contribuye al crecimiento, fortalece el sistema inmunitario, potencia la capacidad de concentración, aprendizaje y memoria, o también contribuye a mejorar el estado de ánimo.

Hay una serie de hábitos que facilitan el sueño y el descanso, y que toda la familia debería tener en cuenta:

  • Cansarse físicamente durante el día permite descansar mejor.
  • Evitar las cenas copiosas.
  • No consumir sustancias estimulantes antes de dormir, entorpecen el descanso nocturno (café, té, chocolate, azúcar, alcohol o tabaco).
  • Mantener rutinas horarias a la hora de ir a dormir y levantarse, incluso en fin de semana.
  • Dormir en un entorno ordenado y saludable, con luz tenue que invite a descansar.
  • Evitar siestas si tenemos dificultades para dormir.
  • Adquirir hábitos relajantes antes de ir a la cama: baño relajante, leer, escuchar música suave, hacer ejercicios de relajación. No hacer actividades excitantes antes de ir a dormir (ejercicio, juegos físicos, cosquillas, etc).

Aunque los niños con parálisis cerebral infantil suelen presentar más alteraciones del sueño que el resto de los niños, los hábitos y pautas relacionadas con las horas de descanso deberían ser iguales a las de sus hermanos, como uno más.

Dichas alteraciones van desde la enuresis nocturna (incontinencia urinaria durante la noche), trastorno del movimiento rítmico, bruxismo (rechinar de dientes), despertares nocturnos, despertares precoces, resistencia a acostarse, retraso en el inicio del sueño, insomnio, excesiva somnolencia durante el día, ronquidos, pesadillas, etc.

 

Estas alteraciones pueden venir derivadas del dolor de los espasmos musculares, de la imposibilidad de cambiar de postura, del reflujo gastroesofágico, de la epilepsia, etc.

Cuando se detectan estas alteraciones del sueño y del descanso hay que buscar la ayuda de profesionales, ya que la función reparadora de sueño es una de las bases para el buen crecimiento y evolución cerebral del niño.

Muchas de las causas de las alteraciones provienen de la dificultad del control del movimiento y del cambio postural.

Algunas soluciones son:

  • Colocar almohadas entre las piernas, a lo largo de la espalda o debajo de los brazos, que facilitan una mejor postura para dormir durante toda la noche.
  • Sistemas de control postural durante el sueño que pueden recomendar los profesionales médicos y fisioterapeutas.
  • Medicación o pautas médicas en casos de apneas, etc.
  • Por último, trabajar el mindfulness o la relajación con los niños puede ser muy útil. Aprender a respirar profundamente y saber relajar todas las partes del cuerpo, reduce el estrés, aligera el dolor muscular y ayuda a dormir mejor.