Colores de temporada, telas adecuadas a la estación del año y al clima, ropa adecuada según la actividad a realizar y, lo más importante, ropa confortable. Los niños con parálisis cerebral infantil también pueden vestir cómodos e ir a la moda.
Sugerencias en el vestuario y la ropa.
La forma en que los niños van vestidos, la limpieza o el buen aspecto físico son factores muy importantes para dar seguridad y dignidad a la persona. La primera impresión cuenta y tener una apariencia cuidada puede decir mucho de la atención que recibe un niño.
La ropa adaptada a ellos es una realidad, aunque no siempre es accesible por resultar algo cara, y todavía más en niños en constante crecimiento.
Nuestro consejo: se puede utilizar ropa convencional con determinadas características que se adapten a las necesidades del niño.
Algunos puntos básicos a la hora de escoger la ropa de niños con parálisis cerebral infantil:
La tela
- Evitar en la medida de lo posible telas que contengan: nylon, rayón, perlón, poliéster y viscosas. Son poco transpirables y pueden ocasionar alergias de contacto.
- Las prendas 100% de algodón son las más indicadas. Se trata de una fibra agradable al tacto, que absorbe el sudor y no se arruga fácilmente.
- También se recomienda la ropa de punto, el tejido tipo chándal, o el punto con algo de espandex, que hará que sea más elástico.
- Si el niño es capaz de escoger su ropa, color o estampado, mucho mejor. Estaremos fomentando su autonomía y capacidad de decisión, favoreciendo su adecuado desarrollo. Démosle la posibilidad de escoger y de decidir de acuerdo a su personalidad.
La talla
Hay que prestar atención a los siguientes puntos:
- Es recomendable comprar una talla más grande cuando la ropa sea ajustada, para facilitar la tarea a la hora de vestirse. Pero sin que la talla sea exageradamente grande, no le sentará bien y, además, las arrugas podrán jugar un papel en contra de la comodidad.
- Tener cuidado con modelos demasiado cortos, largos, escotados o con tirantes que pueden no ser cómodos, o incluso ropa que no favorezca su buena colocación en la silla, o que al caminar les resulte incómoda.
Combinar la ropa
Hay que buscar el equilibrio visual.
- Por ejemplo, una niña con una fuerte espasticidad puede llevar falda, pero mejor con unos leggins debajo para que absorban el sudor, o le puedan sujetar el pañal.
- Las camisetas mejor de manga corta, los tirantes pueden ser más difíciles de mantener en posición cómoda.
Los detalles
- Lo voluminoso, con pliegues, bolsas, gomas estrechas, botones, hebillas o cremalleras, no será cómodo de poner y, además, si se trata de prendas que se encuentran en zonas de apoyo como el coxis, la espalda o los brazos, deben evitarse a toda costa. La ropa se lleva durante muchas horas y al presionar repetidamente sobre puntos críticos puede causar úlceras por presión.
- Pensar en complementos que puedan facilitar su vida: ponchos de abrigo o chubasqueros que irán genial con la silla y serán fáciles de poner y quitar. Pantalones, leggins o faldas con elástico en la cintura, y múltiples fulares para recoger la saliva de forma eficaz pero con estilo.
Las etiquetas
- Las etiquetas de la ropa pueden llegar a ser enormes, incómodas y molestas. Si son de satén se pueden dejar, pero si son de poliéster, mejor cortarlas con cuidado sin dejar restos que le molesten.
Escoger la ropa es uno de los primeros signos de autonomía. Respetemos sus decisiones.
Ayudarle a vestir de forma adecuada a su edad y sus necesidades según sus gustos y preferencias.
Buscar ropa adecuada, pero no necesariamente tiene que ser siempre adaptada.
La presencia personal es un signo de dignidad y respeto. Es importante mantener una higiene adecuada en todos los casos.